Antecedentes
Herramienta fundamental para promover la calidad en la formación
El CONARE en el 2019 inicia con la formulación de una propuesta que permita establecer resultados de aprendizaje para las carreras de educación del país, dada la demanda de calidad en esta disciplina en las instituciones formadoras de Educación Superior, es decir, nace la construcción de un Marco Nacional de Cualificaciones para las Carreras de Educación en Costa Rica.
Este Marco de Cualificaciones pretende ser una herramienta fundamental para promover la calidad en la formación, armonizar esta formación con los requerimientos del sector empleador nacional, además de brindar criterios para la contratación de los profesionales en educación y la evaluación formativa, entre otros aspectos.
¿Por qué un Marco Nacional de Cualificaciones de las Carreras de Educación en Costa Rica?
Se establece que el Marco Nacional de Cualificaciones de las Carreras de Educación en Costa Rica sea un instrumento de referencia que describe los resultados de aprendizaje que se esperan en términos de los distintos niveles de formación en el continuo educativo; el cual favorece y armoniza el sistema educativo, el reconocimiento académico, la movilidad académica y la empleabilidad.
El MNC-CE-CR permitirá al país aumentar la calidad en la Educación Costarricense, disminuye las brechas entre la formación inicial y las demandas del sector, orientando la formación de los futuros profesionales través de una oferta educativa y formativa pertinente y de calidad.
Asimismo, posibilita la generación de instrumentos adecuados para la contratación de los profesionales en Educación, para la evaluación formativa y el diseño de modelos de seguimiento y acompañamiento de aula.
Objetivos
a. Promover la calidad de la formación de los futuros profesionales en Educación (docentes, administradores educativos y orientadores educativos) en universidades, tanto estatales como privadas, por medio de la concordancia, pertinencia, transparencia, comparabilidad y coherencia de los currículos universitarios de las carreras de Educación.
b. Armonizar la formación de los futuros profesionales en Educación con los requerimientos actuales del sector empleador nacional. Específicamente, se requiere que los docentes posean las siguientes competencias, o bien, en el caso de los administradores educativos y orientadores educativos, que dirijan y coadyuven las labores en esta tarea:
- La mediación de los nuevos currículos enfocados en el aprendizaje de los estudiantes en vez de los currículos tradicionales centrados en los procesos de enseñanza.
- El desarrollo de las habilidades necesarias que sus alumnos eventualmente necesitarán a mediano plazo en la sociedad y en el mercado laboral, ambos drásticamente transformados por la Cuarta Revolución Industrial y la globalización, como lo son, por ejemplo, la adaptación al cambio, el dominio de la lengua inglesa y la utilización de forma pertinente y apropiada de las tecnologías de información y comunicación.
c. Brindar, al sector empleador de los profesionales en Educación, criterios para la creación de instrumentos para los siguientes procesos:
- La contratación de docentes, administradores educativos y orientadores educativos.
- La evaluación formativa de desempeño para profesionales en Educación en ejercicio.
- El diseño de modelos de seguimiento y acompañamiento en el aula a aquellos profesionales en Educación nuevos, o en ejercicio que no fueron formados de acuerdo con las competencias apropiadas, o bien a quienes su resultado de la evaluación formativa así lo indique.